El Vestuario: El atuendo de competición de
las gimnastas también ha sufrido una gran
evolución. Los maillots que se utilizaban al principio
eran sencillos, con pocos estampados, pero en los últimos
años se han producido grandes cambios en este
sentido. Hacia mediados de los años 90 se
permitió la utilización de monos (maillots con
pierna larga). En el año 2001 se introdujo como novedad la
utilización de maillots con falda. En los últimos
años se ha comenzado a utilizar medias con los maillots de
falda, en las que se permitía realizar bordados acordes
con los dibujos del maillot. Este último tipo de vestuario
es de los más utilizados últimamente. En la
actualidad prácticamente no existe límite para la
imaginación a la hora de diseñar los maillots de
competición.

El practicable: Es el lugar donde las gimnastas
desarrollan sus rutinas. Consiste en un cuadrilátero de un
tapiz especial cuya área es de 13x13 metros, rodeado de un
espacio de
seguridad obligatorio de al menos un metro, ubicado
dentro de un gimnasio que debe tener una altura mínima de
8 metros, para que puedan ser realizados los lanzamientos
correspondientes a los implementos. El piso es de moqueta, y debe
tener una superficie lisa, sin arrugas. El tapete debe tener
capacidad de rebote, absorber la energía producida por los
ejercicios y a la vez proteger contra posibles
caídas.
La Música: En sus inicios, el
acompañamiento musical de los ejercicios de Gimnasia
Rítmica se realizaba a piano, con un pianista en directo
que se situaba en la pista de competición. Años
más tarde la tecnología sustituyó este
metodo de acompañamiento musical, y se empezaron a
utilizar las cintas magnetofónicas para reproducir la
música de los ejercicios. La entrada al tapiz y la
colocación de las gimnastas en la posición inicial
del ejercicio también se realizaba con
acompañamiento musical, cosa que más tarde se
eliminó. Se permite todo tipo de música
instrumental, siempre y cuando esta no contenga letra
(voz).
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