Con
la llegada del nuevo año escolar cambiamos el chip y nos colocamos los
pantalones largos, calcetines, zapatos cerrados,… Equivocadamente nos
olvidamos del verano por la obligación de afrontar los cambios de
nuestra rutina diaria, y a menudo nos olvidamos de disfrutar de los días
de buen sol y playa que aún nos depara este entretiempo, días en los
que la sensación de quietud y relax supera con creces las posibilidades
que nos brindaron las bulliciosas jornadas veraniegas: las horas de luz
aún abundan y el clima se vuelve más suave y benigno para la actividad
al aire libre que el sofocante calor que dejamos atrás.
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