Quién tiene un amigo tiene un tesoro, eso debieron pensar Pepe Vélez
(Huelva, 1929/1930) y Pepe Suárez (Isla Cristina, 1929). Ambos hombres
coincidieron en el Ayamonte CF a principios de la década de los 50, y
desde entonces forjaron una amistad que ha durado hasta el fallecimiento
del primero a principios de este mismo año (DEP).
Vélez y Suárez peleaban diariamente en los entrenamientos del equipo
rojillo para el domingo defender la meta del Ayamonte CF. Uno al ser del
pueblo vecino acudía diariamente en bicicleta o tren para poder
entrenar, el segundo se hospedaba en un hostal de la ciudad. Sacrificios
que unidos a los entrenamientos y a la posible rivalidad despertada por
vestir la camiseta con el número uno, no les impidió forjar tan gran
amistad.
Pasados aquellos años "mozos", siguieron compartiendo
momentos importantes en la vida de uno y otro, incluso a principios del
siglo XXI cuando el isleño sufrió una embolia que le produjo una
hemiplejia, recibía la visita de su amigo Vélez todos los domingos, que
aún sin tener vehículo propio venía en autobús para pasar la mañana con
su ex-compañero, "ex-rival", y siempre amigo. La última vez que se
vieron fue este mismo verano, la salud de Vélez había cortado esas
visitas a Isla Cristina, sin embargo nunca su amistad. La puerta de la
casa de Vélez fue abierta por él mismo, a lo que su mujer comentó "Esto
nunca se lo dejo hacer, es la primera vez en mucho tiempo que se levanta
a abrir la puerta.Esto no lo hace por nadie."
El deporte tiene
muchas cosas malas y buenas, valores negativos y positivos, pero lo que
nadie puede negar, es que los esfuerzos, sacrificios, penas, alegrías y
sensaciones que se produce generan una cosa por encima de todo, grandes
amistades.
Fuente : Deporte Isleño
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